Con solo cargar tus datos, podés comparar diferentes opciones de bancos, tasas y plazos sin moverte de tu casa.
Acceso al simulador
- Entrá al simulador del banco/financiera (o a 2–3 distintos para comparar).
- Tené a mano: precio estimado de la propiedad, ahorro para anticipo y tus ingresos netos.
Selección del tipo de crédito
- Elegí UVA, tasa fija, variable o mixto.
- Leé la descripción del producto: cómo ajusta la cuota, si hay período de gracia y condiciones de cancelación.
Ingreso del monto y plazo
- Monto a financiar: normalmente 70–80% del valor (el resto es anticipo).
- Probá plazos de 10, 20 y 30 años: mayor plazo = cuota inicial menor, pero más interés total.
Cálculo según ingresos
- Cargá tus ingresos mensuales (y de un co-titular si aplica).
- Verificá que la cuota/ingreso no supere el 30–35%. Si supera, bajá el monto o alargá el plazo.
Comparación de alternativas
- Cambiá parámetros (monto, plazo, tipo de tasa) y guardá cada simulación.
- Compará CFTNA/TCEA (costo financiero total), seguros, gastos de tasación y escribanía.
Evaluación del impacto de la inflación (UVA)
- Si es UVA, hacé un stress test: simulá inflación baja, media y alta para ver la evolución de la cuota.
- Revisá si existe tope/colchón de cuota y cómo se recalcula el capital.
Elección de la mejor opción
- Priorizá: cuota inicial manejable, CFT más bajo, cláusulas claras y flexibilidad de cancelación.
- Guardá/descargá el resultado y pedí una precalificación al banco elegido para validar montos reales.
🎯 Conclusión
Refuerzo de la importancia de informarse antes de tomar la decisión, destacando que el crédito hipotecario puede ser la llave al hogar propio si se usa de manera responsable.